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La tecnología, la nueva aliada de la lectura

20-03-2024

La entrada de las nuevas tecnologías en el mundo lector ha transformado profundamente el modo de concebir tanto la lectura como los hábitos lectores de las personas más jóvenes. Las plataformas digitales como Ta-tum tratan de mostrar formas innovadoras y más accesibles a la literatura.

– La propuesta de un acceso instantáneo a un amplio catálogo de libros permite eliminar las barreras físicas y económicas asociadas a la adquisición de libros tradicionales.

– La incorporación de una mayor interactividad a través de elementos multimedia como vídeos, enlaces y juegos enriquecen la experiencia lectora, especialmente atractiva para quienes están acostumbrados a la interactividad en contenidos digitales.

– La personalización de la lectura, por ejemplo los ajustes de tamaño de texto y fondo, posibilita una lectura más accesible para estudiantes con dificultades de visión o dislexia, en consecuencia, una experiencia más inclusiva.

– El fomento de una comunidad lectora propicia crear y participar en espacios de lectura, así como compartir reseñas, y debatir sobre distintos libros, ampliar la comprensión de los mismos y el aprecio por las diferentes perspectivas y diversidades.

– Los programas de desafíos y el sistema de recompensas permiten a los lectores rastrear su progreso, ganar insignias o medallas, y compartir sus logros en redes sociales.

– Las herramientas educativas integradas promueven la comprensión lectora: diccionarios de imágenes, acceso directo a capítulos, notas, marcadores… y cuestionarios interactivos ofrecen una forma mucho más dinámica y activa de aprender que permite no solo retener una información sino también lograr un aprendizaje real y significativo.

La tecnología ha revolucionado el mundo de la literatura, transformando la manera como los y las jóvenes interactúan con ella. Gracias a estas herramientas digitales pueden vivir experiencias lectoras más atractivas, accesibles y enriquecedoras que les alientan desde la infancia a convertirse en lectores activos al hacer de la lectura no una «obligación» sino una actividad dinámica, interactiva y social, que se convierte en un aprendizaje perdurable.