Christa Soriano ilustra los sonidos de la selva en ‘Música entre las ramas’

08-11-2022

La ilustradora Christa Soriano nos explica cómo ha trabajado para que en las páginas de Música entre las ramas se escuchen los sonidos de la selva, se sienta su amor por la naturaleza y se respire la sensación de comunidad de las tribus, que ponen en valor la sabiduría de los mayores. El libro ya está disponible en la Biblioteca Ta-tum. 

 

Música entre las ramas es una apasionante novela sobre la defensa de una tribu indígena de África ante la llegada de los madereros a la selva. ¿En qué te has inspirado para ilustrarlo? 

Su escritor, Ricardo Gómez, comentó que la tribu está basada en una tribu real de África, de la zona de República del Congo, República Centroafricana, Camerún y Gabón, entre otras, así que busqué toda la información que pude sobre ella. Jamás he estado en una selva africana pero sí he conocido la selva del Amazonas colombiano y varias selvas del sudeste asiático. ¡Y visitar algún día la selva africana sería un sueño para mí!

 

Te defines como una ilustradora especializada en temática naturalista y sorprenden mucho las impactantes ilustraciones del libro. Imaginamos que eres una gran apasionada de la naturaleza. ¿De dónde procede?

La naturaleza siempre ha estado muy presente en mi vida porque yo nací en un pueblo de los Pirineos catalanes, en la comarca de Cerdaña, que es un valle en el que las poblaciones son muy pequeñas y están rodeadas de bosques. Al ser un valle, lo que más recuerdo de él de cuando era pequeña era que, mirases donde mirases, había montañas. ¡Y siempre he tenido pasión por los animales!

 

¿Cómo fue la coordinación y el trabajo con el escritor Ricardo Gómez?

La coordinación fue sobre todo a través del editor, pero las veces que he hablado con él me ha resultado una persona encantadora y muy sensible. Se nota el cariño especial que tiene a la historia y a los personajes. ¡Es algo que me encanta!

 

Esta novela, ganadora del Premio Ala Delta 2022, promueve el interés por la ecología y el cuidado del medioambiente entre niños y niñas. ¿Es un tema que te preocupa?

Sí, y creo que es un tema que nos debería preocupar a todos. Entre la eco-ansiedad y la eco-indiferencia deberíamos encontrar un punto en el que todos podamos colaborar con el planeta tanto como podamos, ya que es nuestra casa. Las consecuencias de haber maltratado el planeta durante tantos años ya se están notando y es importante pensar que no se trata de un futuro lejano, sino del presente.

 

Y hablando de premios, ¿qué supuso para ti y para tu trabajo recibir una mención especial en el Premio Internacional de Ilustración Edelvives? 

Edelvives siempre ha sido una editorial que he admirado muchísimo porque sé que cuidan mucho el tratamiento de las imágenes y lo toman muy en serio. Es un estilo de trabajo que admiro y con el que me identifico. Además, el contenido está muy cuidado y su catálogo cuenta con autoras e ilustradoras a quienes admiro mucho. Cuando me dieron la oportunidad, me sentí más que feliz por formar parte del mismo catálogo.

 

Ahora cuéntanos un poquito más de tu trabajo. Vemos que tu estilo es diferente en cada proyecto. ¿Cómo fue el proceso de inmersión para este trabajo?

Para mí es muy importante empaparme mucho de todo lo que rodea al proyecto: su cultura, su historia, sus referentes… A partir de ahí, empiezo a juntar muchas imágenes y fotos, tanto de referencias de inspiración como paletas de colores. Luego paso a los bocetos —sobre todo si salen personajes— y finalmente paso a bocetar las ilustraciones encuadradas en el texto y a hacer el original. 

Para este trabajo busqué mucha información sobre la selva y la tribu del libro. Me quise inspirar mucho en los sonidos de la selva, ya que gran parte de la historia trata sobre eso. ¡Para ello hay una página que me encanta!  Recoge audios reales de distintas selvas del mundo y cuenta que muchos de los animales que se oyen en las grabaciones, en pocos años ya no existirán. Por eso lo han querido documentar. Os la comparto: se llama fragmentsofextinction.org

Cada proyecto conlleva una preparación distinta, pero en todos es común que investigue mucho al respecto y haga muchos bocetos previos hasta llegar a imágenes que representen el estilo y tono de la obra.

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¿Utilizas siempre la misma técnica?

No utilizo la misma técnica. De hecho, me gusta cambiar a menudo y aprender cuantas más técnicas mejor. Sobre todo suelo pintar en acuarela, pero también me gusta el grafito, los lápices de color, los acrílicos y técnicas manuales como el grabado o la serigrafía. También utilizo mucho la técnica digital, que me ha abierto muchas oportunidades, ya que puedes cambiar las cosas tantas veces como quieras.

 

Seguro que tienes alguna anécdota con este proyecto…

Recuerdo un momento en el que estaba viajando y me encontraba en la selva del Amazonas. Teníamos un guía que cada noche nos contaba muchas leyendas e historias sobre los espíritus que habitaban la selva, y acabó convirtiendo el viaje en una estancia casi mágica, como si estuviéramos dentro de un cuento. Años después, cuando he tenido que ilustrar Música entre las ramas, he recordado muchas veces aquellos días en la selva.

 

Hemos leído que este es tu pasaje favorito del libro. ¿Podrías contarnos por qué?

Como feminista, creo que a las mujeres aún nos faltan muchos derechos relacionados con la maternidad. No solo recogidos en leyes, sino reconocidos por la sociedad; que se considere la maternidad como una aportación a la sociedad y no como un hándicap o un trozo de tiempo en el que no podrás ser productiva. 

Si a la crianza y a los cuidados se les diera el valor social que realmente tienen, las mujeres no tendrían que trabajar como si no tuvieran hijos y no tendrían que «maternar» como si no tuvieran trabajo. La manera en la que Ricardo relata la sororidad entre mujeres cuando una de ellas da a luz me pareció maravillosa, creo que muestra unos grandes valores sociales.

 

Esta obra fomenta el respeto por la naturaleza, pero también por los mayores de la comunidad y por el componente espiritual de la vida. ¿En qué crees que ayuda a trabajar con niños y niñas el hecho de que la novela esté ilustrada?

Es precioso ver cómo en el libro las personas mayores son una parte importante y valiosa de la comunidad. Simbolizan la experiencia y son tratados con mucho respeto. Creo que el libro puede dar un gran ejemplo a los jóvenes lectores.

El hecho de que esté ilustrado muestra a los lectores cómo los miembros de la tribu van todos vestidos muy igual y hay pocas diferencias entre ellos. Hay una mayor sensación de unidad si lo comparas con nuestra sociedad, que está muy dividida tanto por clases como por tipos de personas, y en la que hay grupos, por desgracia, muy marginados.

 

Y ahora, por último, vamos con unas preguntas para conocerte un poco más:

Si no hubieras sido ilustradora, ¿qué te habría gustado ser?

Seguramente habría encontrado otro camino creativo. Hay muchas ramas que me gustan dentro del mundo del arte y, de hecho, recientemente he terminado los estudios para ser directora de arte.

 

¿Qué le recomendarías a estudiantes que sientan la misma pasión por dibujar que tú?

¡Que no paren de dibujar nunca! Ya sea para ellos mismos o para trabajar en el sector del arte. Cuando dibujas o haces cualquier otro tipo de creación artística aprendes mucho de ti mismo. Y sobre todo, que no piensen que para dibujar hay que nacer con algún talento especial. Si te gusta, se puede aprender igual que el resto de disciplinas.

 

¿En qué crees que les pueden ayudar los docentes?

Pueden potenciar realmente las habilidades de cada estudiante. No necesariamente todos tienen que ser buenos en Matemáticas, Economía o Lengua. Cuando yo iba a la escuela, todos los profesores me reñían porque me pasaba el día dibujando en los libros, en las fichas… Pero ninguno me dijo que podía ser una opción profesional, solo lo veían como un hobbie. Por suerte, los modelos educativos están cambiando poco a poco y esto va mejorando.   

 

Y, por último, además de Música entre las ramas, ¿qué otro libro recomendarías a los niños y niñas de diez a doce años y que tú leíste a su edad?

Recomendaría El Principito, que es un libro que me marcó desde el primer momento. De lo que leía yo con esa edad, me acuerdo sobre todo de libros como Manolito Gafotas o El pequeño Nicolás. Tengo especialmente grabado en la memoria el primer libro que leí, es decir, que ya no era un cuento, y fue de colonias. Se llamaba La Lluna en un Cove, de Gemma Lienas. También me gustaría animar a los jóvenes lectores a leer novela gráfica y cómic, ¡que es un género que adoro!

 

Tomamos nota de todo. ¡Muchas gracias por acercarnos un poquito más a tu trabajo!